Libro: EGOV: EBUSINESS STRATEGIES FOR GOVERNMENT (Gobierno Electrónico: Estrategias de comercio electrónico para el gobierno), Editorial Nicholas Brealey, 2.001. Londres.
Autor:
Doug Holmes es escritor y conferencista desde 1.992. Principalmente escribe sobre e-Government (Gobierno electrónico) también es consultor de compañías de alta tecnología tales como Microsoft. Se educo en Toronto y en la universidad de Carleton en Ottawa donde recibió un grado en ciencias políticas y en periodismo. Fue periodista en el norte canadiense, donde él escribió a los norteños del libro: Perfiles de la gente en los territorios del noroeste.
Propósito:
Precisar las estrategias y las mejores prácticas del comercio electrónico que se pueden replegar a través del sector público, el gobierno central, gobierno local, educación, seguridad y sanidad pública, justicia penal, militar, y cuerpos supranacionales e intergubernamentales.
Audiencia:
Este libro está orientado a los gobernantes y altos directivos de la administración en el sector público.
Metodología:
El libro está basado en la opinión y experiencia del autor como escritor de más de 75 estudios de caso sobre mejores prácticas en el sector público para Microsoft, su experiencia como miembro de un grupo de los asociados de expertos que aconsejaban a un grupo de trabajo de la OCDE en la administración electrónica e integrante en el comité consultivo al centro de la Commonwealth en Gobierno Electrónico. También es miembro del e-Foro europeo donde integró un grupo de trabajo sobre las ventajas de la compensación creciente de los servicios del e-Government (Gobierno Electrónico).
Conclusiones:
El autor llego a las siguientes conclusiones:
1. El Gobierno Electrónico (e-Government) es el uso de la tecnología de Internet para entregar mejores servicios públicos y cambiar la manera cómo funciona el gobierno. El Gobierno Electrónico constituye la adopción y aplicación de los recursos electrónicos propios de la llamada “sociedad de la información” por parte del gobierno. En este sentido, la prestación de servicios vía Internet se ha vuelto una cuestión de interés público, al punto de que ya se puede hablar de los efectos propios de la “ciberdemocracia”.
2. El comercio electrónico (e-commerce) posee el potencial de ser más efectivo en el sector público que en el privado. La gente desea tener acceso inmediato al gobierno y otros servicios públicos en línea, a través de transacciones a la medida de las necesidades individuales.
3. La reforma del sector público no es un concepto nuevo pero las tentativas de mejorar el suministro de servicios no han beneficiado siempre a los ciudadanos ni a los asuntos gubernamentales. Dado el gran impulso que el Gobierno Electrónico ha tenido en los últimos tiempos, es preciso que sean adoptadas ciertas prácticas que ya son patrimonio común de los negocios electrónicos (e-business), cuales son, entre otras: la conexión interdepartamental, la posibilidad de acceder fácilmente a toda la información disponible y la implementación de interfaces más sencillas de utilizar.
4. En el suministro de servicios de la administración pública, la gente todavía tiene las molestias de largas esperas burocráticas e inflexibles sin fin. Pero como el Internet cambia los medios de la comunicación, del trabajo, de hacer compras y del entretenimiento, puede permitir también una nueva manera de hacer gobierno, como renovar la licencia de conducir, pagar el impuesto sobre la renta, recibir beneficios sociales, ejecutar las acciones y proyectos de la administración pública soportada en línea, entre otros aspectos. De esta manera los formularios y documentos son inicialmente publicados en formato digital y, sólo luego, si es necesario, se imprimen en papel. Es más sencillo crear, mantener, analizar, buscar, actualizar y compartir información digital. Además, sólo es necesario introducir la información una vez.
5. Con las bondades del gobierno electrónico los ciudadanos soportados en línea dispondrían de más tiempo para otras actividades al igual que permitiría al gobierno mantener una base de datos lo suficientemente robusta para conocer de sus ciudadanos y apoyar sus planes de desarrollo futuro.
6. El enorme tamaño y complejidad de un gobierno crea una barrera para cualquiera que trate de acceder a información y servicios del sector público. La mayoría de los gobiernos centrales cuentan con más de 70 departamentos y agencias (ministerios), cada una con su propia página Web, cuya dirección electrónica es imposible de recordar. A través de un “portal gubernamental”, los sistemas de información de todos los departamentos y agencias podrían estar interconectados para brindar un servicio integral, que elimine la necesidad de entender la complicada organización interna del gobierno.
7. Con el tiempo, el comercio electrónico afectará al sector público mucho más profundo que al sector privado. El Internet proporciona al gobierno la oportunidad de entregar servicios rentables, noche y día, ciudadanos orientados. La red puede integrar las estructuras verticales tradicionales utilizados por los gobiernos para proporcionar servicios a partir de un punto de contacto, tal como una tienda presta sus servicios.
8. Los empleados del sector público pueden compartir la información y el trabajo en equipo. El gobierno puede ser más abierto, promoviendo la democracia participativa. En última instancia, el comercio electrónico en el gobierno a través de la administración electrónica se encamina sobre la transición de la sociedad industrial a la sociedad de la información. Yendo en línea, los gobiernos crean un clima sano del empleo y de negocio para que sus regiones tengan éxito en una economía basada en el conocimiento.
9. En cada estudio de caso, las organizaciones apuntan poner servicios y la información en línea, y aseguran el acceso fácil y universal a estos servicios y a la información. Esto les da la habilidad a sus empleados de ser trabajadores de conocimiento, trabajando en sociedad con otras agencias. De esta forma el gobierno elimina las barreras existentes en la sociedad de la información.
10. Es necesario que los gobiernos cambien su concepción tradicional de que los servicios públicos deben ser brindados verticalmente desde cada uno de los departamentos que lo integran, a favor de una concepción que valore más la conveniencia del ciudadano y menos la eficiencia Administrativa. Sólo de este modo, será posible disfrutar plenamente de las bondades del Gobierno Electrónico cuya clave reside en la integración de los servicios prestados.
Estas conclusiones producto de la experiencia del autor de este libro son compartidas y satisfactorias dado que sus ideas sobre el Gobierno Electrónico permiten crear las bases para discutir las ediciones que conducirán a la administración electrónica en el futuro.
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